Hay un dicho que dice: Si te gusta el arco iris, al menos acepta que llueva.
Nunca he encontrado a nadie que no le gusten los arco iris. Hay un punto de fascinación en ellos. De incredulidad incluso. A mi me estremece una cosa especialmente de ellos cuando los veo: Su frugalidad a pesar de su magnitud. Ocupan el cielo con una banda multicolor y, en un descuido, desaparece.
Cada vez que veo uno procuro fotografiarlo. Ahí va uno que vimos mi socio y yo cuando íbamos a impartir una vez a Logroño:
Este… este es yendo por la autopista en un tormentón cerca de Barcelona (Observa el agua de la calzada):
Y este otro, desde el Hospital Universitari Arnau de Vilanova en LLeida (Desde la 4 planta – Traumatología):
Va, el antepenúltimo. Tengo más pero no te quiero cansar. Por exótico o por lejano… Venido desde Las Vegas, Nevada…. este:
Como muchas cosas ahí, sí, es artificial. Es el producido por la fuente y no por la lluvia.
Para alcanzar una alta autoestima necesitas una total confianza en tu habilidad de sobreponerte a cualquier infortunio. La certeza de que, pase lo que pase, estás a salvo y en dirección a tu meta. Antes de que el éxito llegue a tus manos, probablemente deberás superar muchos contratiempos y algunos fracasos. Cuando aparece la derrota, lo más fácil y lo más común, es huir. Es lo que hace la mayoría. Pero en realidad, tu persistencia es la medida de tu confianza en ti mismo y en tu voluntad de triunfar.
Si te gusta el arco iris, al menos acepta que llueva.
Sabes que si trabajas lo suficiente y con atención no habrá nada que te aparte de conseguir lo que quieras.
Es muy fácil ser positivo y optimista cuando todo va bien. Pero la verdadera prueba sólo se supera cuando eres capaz de mantener la cabeza clara y seguir funcionando cuando todo alrededor se derrumba; cuando los demás están hundidos y quizás, incluso, te culpan a ti. En esas situaciones es cuando muestras de qué pasta estás hecho.
Tu autoestima está ligada a esa íntima confianza en tu respuesta a las dificultades y problemas que súbitamente te golpean en la boca del estómago. Es fácil huir, lo difícil es levantar la barbilla y seguir adelante. Es fácil quejarse y darse por vencido, pero pelear y pelear cuando no hay esperanza, levantarse roto y herido, y dar un paso más, eso es vivir. Es fácil dejarse morir, lo difícil es seguir viviendo.
Cuenta la leyenda, que al final del arco iris los gnomos guardan una olla repleta de monedas de oro.
Y quizá eso es lo que me pasó: Andaba yo fotografiando uno de esos arco iris con los que me encuentro… …lleno de fascinación… …en el inicio de una tormenta… …Y tiré una foto.
Mientras miraba en la pantallita de la cámara como había quedado, noté una presencia detrás mío. Había alguien ahí tirándole fotos también a ese arco iris. Y me regaló una de sus instantáneas. Ésta:
Sí. Ese soy yo fotografiando ese arco iris. Ese, que si te gusta, debes aceptar que llueve. Ese, que en su final, dicen, los gnomos guardan una olla repleta de monedas de oro.
La medida de tu personalidad la da tu capacidad para superar la adversidad y de mantener la cabeza alta (Debes aceptar que llueva). Las personas de más éxito no son las que tienen menos problemas. Todo lo contrario, son las que gestionan enormes problemas con más habilidad que la mayoría. La Historia (Así, con mayúscula) la escriben aquellos que superaron problemas fenomenales y que nunca se dieron por vencidos.
Tú puedes ser uno de ellos. La olla repleta de monedas de oro eres tú.
Te abrazo
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